A casi tres meses del hackeo al Ejército, nos comentan que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sigue sin procesar a su personal de informática y de la dirección de archivo por la fuga de información que llegó a manos del grupo de activistas denominado “Guacamaya”. Nos aseguran que la dependencia nada más acondicionó espacios en la prisión militar del Campo Militar 1-A, donde están presos los militares del caso Ayotzinapa y de la guerra contra el narcotráfico, pero ningún militar ha caído por el caso que le costó la pérdida de millones de documentos clasificados al Ejército mexicano. ¿Será que nadie en la Sedena incurrió en responsabilidad? | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.
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