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Política

Escenarios 2022 | Los malos, inteligentes – El Sol de Zacatecas

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Escenarios Columna

Escenarios Columna
  / domingo 18 de diciembre de 2022
Tiene razón el gobernador David Monreal Ávila cuando sentencia, que la delincuencia está más organizada e inteligente: no hay discusión, la sociedad lo tiene claro, además, las estadísticas y el grado de criminalidad son sólo dos pruebas irrefutables. Ni modo, hay que reconocerlo, esta vez, el mandatario estatal tienen razón, los “malos” son más inteligentes. Aclaración pertinente: todo en el combate al crimen organizado. A ver si el secretario de Seguridad Pública Adolfo Marín Marín entiende el mensaje del jefe.
Sin duda, el 2022 quedará marcado en la historia de Zacatecas como otro año sumamente violento. Y aunque el discurso oficial del secretario MARÍN habla que los homicidios dolosos han bajado un 20% con respecto a 2021, la realidad es que no es así. Nadie la cree, ni al interior del Gobierno de Zacatecas. Todo comenzó aquel 6 de enero cuando una lujosa camioneta fue dejada en plena Plaza de Armas con una decena de cuerpos. A partir de ahí vino lo que todo mundo ya sabe: el mensaje al Estado fue clarísimo, el reto al Gobierno de Zacatecas fue frontal.
Una de sus frases
Aunque para el gobernador Monreal la inseguridad ya no es un asunto del Estado mexicano, sino también de la sociedad (de todos), su trillada frase ha sido un notorio fracaso. Incluso, ha irritado a la propia población. Bajo este endeble argumento (una de las 10 frases que ha venido utilizando), se ha estado moviendo el Gobierno de Zacatecas con muy poco tino, nada le sale bien. El tema de temas, es y seguirá siendo el enorme pendiente para la nueva gobernanza que, poco a poco ha ido retirando de su discurso el slogan.
A lo que buscamos llegar, es que, en 13 días de que concluya un complejo año, la paz y tranquilidad prometida está muy lejos de que llegue. Más allá de las cifras, de los otros datos, ha sido un año muy violento y, para muestra un botón: los cuerpos mutilados y tirados en las calles de Monte Escobedo la madrugada del jueves. Cuidado: la paz y tranquilidad ofrecida no se ve por ningún lado, el poder lo sabe.
La salud del presidente
En este México actual de la transformación en el que existe la libertad de expresión, aunque muchas veces no plena y con razonables limitaciones, ya se puede admitir que no existen temas ocultos o tabúes si éstos son tratados con rigor científico, profesional y entera veracidad que aparte de la especulación y el morbo a la sociedad, a la gente, a los simples mortales.
Es el caso del reportaje publicado aquí en nuestro periódico el pasado martes 13, firmado por NURIT MARTÍNEZ, de El Sol de México, titulado "El Presidente también padece diabetes tipo II " y que es resultado de indagación sobre documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional sustraídos por el grupo de hackers Guacamaya Leaks y que exhiben como se determinó que en la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador el daño al corazón, los vértigos, sus afecciones en la columna vertebral, su diabetes tipo II, la hipertensión arterial y su infarto al miocardio, son parte de su "vulnerabilidad y riesgo bruto".
Leído así y con la normalidad ciudadana de sana inquietud, razonable preocupación nacional y popular que son inevitables, las enfermedades del mandatario mexicano son normales a su edad, pero se expone a otro infarto "si no sigue una dieta estricta", como así opina el doctor Alejandro Rey Rodríguez, jefe de Cirugía Cardiaca del Hospital ABC. El propio presidente reconoce que padece angina inestable de alto riesgo, hipotiroidismo y gota, así como hipertensión. El hombre es claro y no se inmuta ante el realismo de su salud y procede a revisión cada tres o cuatro meses.
En el expediente extraído por los Guacamaya Leaks se describe que la carga de trabajo, los viajes y el estrés del encargo son factores que suman a la condición del mandatario. Y que los médicos le recomiendan caminar, reposo, dieta, bajar de peso, no comer grasas o sal y vemos que, así sin hacer un juicio, obedece poco a las indicaciones médicas.
Razonable preocupación
En resumen, visto así el cuadro de salud del presidente, obvio que genera y reproduce pendiente y razonable preocupación entre la gente que le quiere, incluso entre los que no lo aprecian por ser sus adversarios, porque el gobernante es hiperactivo, incontenible, incansable y siempre está en el clímax del ejercicio del poder; le encanta debatir, polemizar y confrontar acerca de los graves problemas políticos y sociales que aquejan al país.
Sobra decir, que muy puntual, siempre responde a las críticas y cuestionamientos, parecería que promueve conflictos y arrecia otros, sean nacionales o internacionales; cotidianamente en su "mañanera" hay que verlo y escucharlo enderezar la más feroz defensa de sus obras de gobierno y lineamientos políticos transformadores y renovadores.
Nos vemos en 2023
Este espacio entrará en una especie de descanso emocional. ¡Feliz año nuevo!
Tiene razón el gobernador David Monreal Ávila cuando sentencia, que la delincuencia está más organizada e inteligente: no hay discusión, la sociedad lo tiene claro, además, las estadísticas y el grado de criminalidad son sólo dos pruebas irrefutables. Ni modo, hay que reconocerlo, esta vez, el mandatario estatal tienen razón, los “malos” son más inteligentes. Aclaración pertinente: todo en el combate al crimen organizado. A ver si el secretario de Seguridad Pública Adolfo Marín Marín entiende el mensaje del jefe.
Sin duda, el 2022 quedará marcado en la historia de Zacatecas como otro año sumamente violento. Y aunque el discurso oficial del secretario MARÍN habla que los homicidios dolosos han bajado un 20% con respecto a 2021, la realidad es que no es así. Nadie la cree, ni al interior del Gobierno de Zacatecas. Todo comenzó aquel 6 de enero cuando una lujosa camioneta fue dejada en plena Plaza de Armas con una decena de cuerpos. A partir de ahí vino lo que todo mundo ya sabe: el mensaje al Estado fue clarísimo, el reto al Gobierno de Zacatecas fue frontal.
Una de sus frases
Aunque para el gobernador Monreal la inseguridad ya no es un asunto del Estado mexicano, sino también de la sociedad (de todos), su trillada frase ha sido un notorio fracaso. Incluso, ha irritado a la propia población. Bajo este endeble argumento (una de las 10 frases que ha venido utilizando), se ha estado moviendo el Gobierno de Zacatecas con muy poco tino, nada le sale bien. El tema de temas, es y seguirá siendo el enorme pendiente para la nueva gobernanza que, poco a poco ha ido retirando de su discurso el slogan.
A lo que buscamos llegar, es que, en 13 días de que concluya un complejo año, la paz y tranquilidad prometida está muy lejos de que llegue. Más allá de las cifras, de los otros datos, ha sido un año muy violento y, para muestra un botón: los cuerpos mutilados y tirados en las calles de Monte Escobedo la madrugada del jueves. Cuidado: la paz y tranquilidad ofrecida no se ve por ningún lado, el poder lo sabe.
La salud del presidente
En este México actual de la transformación en el que existe la libertad de expresión, aunque muchas veces no plena y con razonables limitaciones, ya se puede admitir que no existen temas ocultos o tabúes si éstos son tratados con rigor científico, profesional y entera veracidad que aparte de la especulación y el morbo a la sociedad, a la gente, a los simples mortales.
Es el caso del reportaje publicado aquí en nuestro periódico el pasado martes 13, firmado por NURIT MARTÍNEZ, de El Sol de México, titulado "El Presidente también padece diabetes tipo II " y que es resultado de indagación sobre documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional sustraídos por el grupo de hackers Guacamaya Leaks y que exhiben como se determinó que en la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador el daño al corazón, los vértigos, sus afecciones en la columna vertebral, su diabetes tipo II, la hipertensión arterial y su infarto al miocardio, son parte de su "vulnerabilidad y riesgo bruto".
Leído así y con la normalidad ciudadana de sana inquietud, razonable preocupación nacional y popular que son inevitables, las enfermedades del mandatario mexicano son normales a su edad, pero se expone a otro infarto "si no sigue una dieta estricta", como así opina el doctor Alejandro Rey Rodríguez, jefe de Cirugía Cardiaca del Hospital ABC. El propio presidente reconoce que padece angina inestable de alto riesgo, hipotiroidismo y gota, así como hipertensión. El hombre es claro y no se inmuta ante el realismo de su salud y procede a revisión cada tres o cuatro meses.
En el expediente extraído por los Guacamaya Leaks se describe que la carga de trabajo, los viajes y el estrés del encargo son factores que suman a la condición del mandatario. Y que los médicos le recomiendan caminar, reposo, dieta, bajar de peso, no comer grasas o sal y vemos que, así sin hacer un juicio, obedece poco a las indicaciones médicas.
Razonable preocupación
En resumen, visto así el cuadro de salud del presidente, obvio que genera y reproduce pendiente y razonable preocupación entre la gente que le quiere, incluso entre los que no lo aprecian por ser sus adversarios, porque el gobernante es hiperactivo, incontenible, incansable y siempre está en el clímax del ejercicio del poder; le encanta debatir, polemizar y confrontar acerca de los graves problemas políticos y sociales que aquejan al país.
Sobra decir, que muy puntual, siempre responde a las críticas y cuestionamientos, parecería que promueve conflictos y arrecia otros, sean nacionales o internacionales; cotidianamente en su "mañanera" hay que verlo y escucharlo enderezar la más feroz defensa de sus obras de gobierno y lineamientos políticos transformadores y renovadores.
Nos vemos en 2023
Este espacio entrará en una especie de descanso emocional. ¡Feliz año nuevo!
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